Si
analizamos la manera como se desarrollan las relaciones humanas en el colegio,
podemos identificar jerarquías de poder. Vale la pena preguntarse ¿cuál es la
función del poder en la escuela? Observando el sistema escolar se deduce que es
una réplica a escala del sistema judicial, en donde se procesa mediante acusaciones
soportadas con evidencias a quien no cumple la ley en una sociedad. Una función
práctica del poder es hacer cumplir la ley y estos jueces, jurados, abogados y
policías en la escuela se conocen como profesores, sean docentes que cumplen
funciones administrativas o el profesor de aula.
Si la
escuela funciona como la sociedad donde identificamos las estancias de poder,
también entendemos que los estudiantes son la sociedad civil, encontramos la
enfermería que sería el hospital, etc. y así surge otro interrogante ¿dónde
están los docentes de esta sociedad llamada escuela?
Parece
que al alejarse de las acciones de un maestro, el profesor queda reducido a
cumplir las funciones del poder, Se puede entender que maestro es alguien que
transmite su propia experiencia en pro del bien común, llámense padres,
estudiantes, amigos, incluso el señor de la tienda.
El
docente se aleja del estudiante en términos humanos y se genera una relación
fría en donde es fácil identificar abusos que se repiten a escala como lo vemos
con los policías que han perdido la empatía con la población y solo cumplen
órdenes, se entiende al niñ@ como un vaso vacío que debe ser llenado de
información que se repite en la mayoría de casos sin discernimiento.
Otra realidad es más sencilla y viable, es una posibilidad con
maestros integrales, plenos y dichosos que comparten su experiencia de vida y
académica con amor desde la práctica y el ejemplo, dejando atrás miedos y
prejuicios que alimentan la injusticia que se repiten en la sociedad, creativos
en sus dinámicas y didácticas de clase abiertos a aprender de la experiencia
que es ser herramienta de los estudiantes, semillas que estamos regando,
acompañando seres que por sí mismos tienen todas las capacidades creativas y
críticas en procesos que respetan la individualidad, Investigadores, críticos
constantes y sensibles que construyen a muchas manos aquí y ahora el verdadero
sentido de la humanidad.